Las Marchas de la Dignidad vuelven a Madrid caminando hacia la huelga
general, con el objetivo de exigir una vida con dignidad. Desde todos
los puntos del Estado español, columnas de dignidad se movilizarán para
defender el programa del movimiento de las Marchas de la Dignidad, como
paso previo a la convocatoria de la movilización general de octubre
concretada en una huelga general laboral, de consumo y social.
A un año de la conmemoración de la gran manifestación del 22M, que
concentró en Madrid a centenares de miles de personas que reivindicamos
una vida digna, la situación no ha cambiado a mejor y se profundizan
las consecuencias de los perversos efectos de las llamadas políticas de
austeridad impuestas por la Troika contra la mayoría social del Estado
español.
La terca realidad desmiente de forma descarnada a los Gobiernos del
Partido Popular, PNV y UPN y a los poderes que los apoyan. La campaña de
publicidad para vender la idea de que hemos salido de la crisis en la
que están inmersos los Gobiernos y los poderes económicos y mediáticos
adictos a este régimen bipartidista monárquico, se da de bruces con la
situación en la que hoy se encuentra la mayoría social. A quienes siguen
los dictados de instituciones que no se han sometido al sufragio de la
ciudadanía: ¡Hay que echarles!
En efecto, la tasa de paro en el Estado sigue situada en el 24 % de la
población, con más de cinco millones y medio de personas en situación de
desempleo. En Hego Euskal Herria son casi 240.000 personas, el 40% no
tienen cobertura de desempleo. Cerca de tres millones de personas
carecen de ingresos, situación que afecta a más de medio millón de
hogares. El empleo que se crea es precario y con salarios de miseria,
por lo que hoy se es pobre incluso teniendo empleo. En este sentido. la
diferencia salarial entre hombres y
mujeres es del 24%. El paro juvenil sigue superan-do el 55 % y cada día
son más las personas jóvenes que, como sus abuelos y abuelas, tienen
que emigrar para poder tener el futuro que este país les niega. Las
pensiones pierden poder adquisitivo año tras año y su revalorización es
una vergüenza.
En esta situación económica es alarmante el aumento de la pobreza que
se sitúa en el 30 % de la población, una de cada cinco personas está en
riesgo de pobreza severa y de exclusión social, esta pobreza tiene
mayoritariamente rostro infantil y de mujer. El aumento de la
precariedad social, fruto de estas políticas de recortes que se aplican
en Madrid, Gasteiz e Iruñea, de la preca-riedad laboral y salarial, de
eliminación de derechos y coberturas sociales, aumenta el número de
personas afectadas por los desahucios y por lo que se ha dado en llamar
pobreza energética. Este invierno han muerto personas a consecuencia de
la precaria situación de los hogares.
La corrupción y las irregularidades fiscales roban a las arcas del
Estado español un 5% del PIB, y junto a ello, la política fiscal
beneficia a los y las que más tienen, recayendo la carga sobre la clase
trabajadora y la mayoría social. Hoy en el Estado español aumenta el
número de personas millo-narias y también el número de personas pobres,
agrandándose la brecha social.
Todo ello tiene sus efectos por la reforma del artículo 135 de la
Constitución española, mediante la cual se hipoteca toda soberanía
popular a los dictados de la UE y el BCE, priorizando el pago de la
deuda a especuladores, al bienestar y los dere-chos de la mayoría
social. Es patente la descompo-sición del régimen del 78, y de una
Constitución que no reconoce los derechos de los pueblos y naciones del
Estado y que ya es papel mojado en sus referencias a derechos y
libertades.
Ante ello y como respuesta a la movilización so-cial contra estas
criminales políticas, el Gobierno aumenta la represión contra el pueblo,
la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana y del Código Penal, que
tiene por objeto la merma de derechos y libertades para silenciar a un
pueblo que sufre y al que están empobreciendo como medio para la
dominación y la explotación.
Las marchas de la dignidad vuelven a pedir a la mayoría social y a la clase trabajadora que se
movilicen, que demuestren en la calle que QUEREMOS VIVIR CON DIGNIDAD,
que identifiquemos la culpabilidad de esta grave e injusta situación
social y defendamos el programa de las Marchas de la Dignidad.
OGIA, LANA, ETXEBIZITZA, DUINTASUNA!